martes, 9 de abril de 2013

Temperamento del gato


Extremadamente sensible a los sentimientos de los seres humanos, el gato adulto rehuye normalmente a los extraños, aunque a veces se familiariza rápidamente con personas totalmente desconocidas.


En el temperamento del gato encontramos a animales dotados de un marcadísimo espíritu de independencia. Un gato, incluso cuando está acurrucado en el regazo de su amo, necesita sentirse libre y si siente que le retenemos, abandonará su posición.

Como todos los felinos, es ágil y estético en sus movimientos y rehuye cualquier manifestación de júbilo y afecto. Es comedido hasta en el uso de su voz que, salvo en excepciones, no usará a gran volumen ni continuamente.


El gato doméstico tiende a no descomponerse ante sucesos que no le conciernen directamente, es propenso a evitar todo tipo de peleas inútiles y capaz de disfrutar de los momentos serenos de la vida.

Ciertamente el temperamento del gato no lo hace ser un animal paciente ni dispuesto a soportar caprichos por parte de los seres humanos, ni aun por parte de sus dueños. El gato solo utiliza la paciencia para acechar a una presa.
Los ejemplares adultos de gato no son, salvo momentos excepcionales, nada propensos a realizar movimientos superfluos. Podemos considerar que tienen tendencia a la pereza o que dosifican con inteligencia sus energías.
Como consecuencia lógica de esa tendencia a dosificar sus energías, vemos que el gato es un animal dormilón, que gusta de apoltronarse largamente en sitios cómodos y calentitos. El sueño de los gatos no es, no obstante, casi nunca profundo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario